Si decides cruzar la frontera
Entre tu cuerpo y el mío
Hazlo con mesura
Abrigándome al manto de los suspiros,
Besándome el alma,
A las caricias contrabandistas
De aquellos que aman solo para ser amados.
Si decides cruzar la frontera
Entre tu cuerpo y el mío
Que no se pierda en el camino
De los falsos profetas que al amor inocente delatan.
Este amor clandestino
Es un juego ciego y prohibido
Y aunque me condenen a los mares del infierno
Cruzaré contigo solamente
porque quererte es mi destino.
Dame amor fronterizo y de contrabando
Desata mis cadenas
Dame amor fronterizo y de contrabando
Que mi alma de esperanto navega a solas en tus aguas.
Trae las ánforas llenas
De la esencia del puro pecado
Con sabor a café y canela
Dame tus besos censurados
Que amor del nuestro
No abunda en tierras oprimidas.
Cuando derribes la frontera
No olvides en noches frías
Darme el calor de la primavera
Las caricias de la imperfección perversa
La pasión de las esencias de flores, el deseo,
Delirio de las especies a granel, y la furia
Que deja tus huellas por cada milímetro de mi geografía
humana.
Una vez frente a frente
Con el alma abierta y sin fronteras
Recuerda que me encontraras entre las sombras
Y que solo tu posees la llave a ellas
Porque son clandestinas, lo sé,
Se que eres un alma
prohibida
Pero aquí estoy dispuesta
A cumplir mí condena
Por amarte de la única forma que se
Abriéndote un alma que hoy no está dispuesta,
A admitir censura alguna impuesta.
Dame amor fronterizo y de contrabando
Desata mis cadenas
Dame amor fronterizo y de contrabando
Que mi alma de esperanto navega a solas en tus aguas.
Trae las ánforas llenas
De la esencia del puro pecado
Con sabor a café y canela
Dame tus besos censurados
Que amor del nuestro
No abunda en tierras oprimidas.
Aunque sé que tengo un amor que no me pertenece
Aquí estamos los dos frente a frente.
(Composición musical “Amor
fronterizo” del poemario “Entre dos Continentes” por Gemma Gerez)