jueves, 14 de febrero de 2013

Amor Fronterizo






Si decides cruzar la frontera
Entre tu cuerpo y el mío
Hazlo con mesura
Abrigándome al manto de los suspiros,
Besándome el alma,
A las caricias contrabandistas
De aquellos que aman solo para ser amados.

Si decides cruzar la frontera
Entre tu cuerpo y el mío
Que no se pierda en el camino
De los falsos profetas que al amor inocente delatan.
Este amor clandestino
Es un juego ciego y prohibido
Y aunque me condenen a los mares del infierno
Cruzaré contigo  solamente porque  quererte es mi destino.

Dame amor fronterizo y de contrabando
Desata mis cadenas
Dame amor fronterizo y de contrabando
Que mi alma de esperanto navega a solas en tus aguas.
Trae las ánforas llenas
De la esencia del puro pecado
Con sabor a café y canela
Dame tus besos censurados
Que amor del nuestro
No abunda en tierras oprimidas.

Cuando derribes la frontera
No olvides en noches frías
Darme el calor de la primavera
Las caricias de la imperfección  perversa
La pasión de las esencias de flores, el deseo,
Delirio de las especies a granel, y la furia
Que deja tus huellas por cada milímetro de mi geografía humana.

Una vez frente a frente
Con el alma abierta y sin fronteras
Recuerda que me encontraras entre las sombras
Y que solo tu posees la llave a ellas
Porque son clandestinas, lo sé,
Se que  eres un alma prohibida
Pero aquí estoy dispuesta
A cumplir mí condena
Por amarte de la única forma que se
Abriéndote un alma que hoy no está dispuesta,
A admitir censura alguna impuesta.

Dame amor fronterizo y de contrabando
Desata mis cadenas
Dame amor fronterizo y de contrabando
Que mi alma de esperanto navega a solas en tus aguas.
Trae las ánforas llenas
De la esencia del puro pecado
Con sabor a café y canela
Dame tus besos censurados
Que amor del nuestro
No abunda en tierras oprimidas.

Aunque sé que tengo un amor que no me pertenece
Aquí estamos los dos frente a frente.



(Composición musical  “Amor fronterizo” del poemario “Entre dos Continentes” por Gemma Gerez) 

lunes, 11 de febrero de 2013

Razón de ser





El amor sentido se deja ir lanzando un deseo abierto al viento, dando alas a los anhelos de la vida, aun arriesgándose a quedarse solo,  lo da todo sin esperar el regreso de un corazón que es todo para él, para su poder de existir.

 Así se reinventan las ganas de volver para  mirar de frente al amor. Es tan libre que no lo puedes retener, no lo puedes controlar  y dirige  los hilos del designio de tu corazón que todos los días te lleva a ser  mejor, a encontrarte en un lugar mejor.

Espera  que encuentres lo que estas buscando y que tus sueños sean aun más grandes  y mejor, en un merecer la pena de dejarte ir.

Aunque todo se derrumbe a mi alrededor y te distancies con las mismas prisas que  te acercas  a mi… con solo pensar que te necesito, cerrar los ojos y dejarme llevar hasta ti, hasta tu mirada… todo estará bien porque sé que  tu estarás  bien.

Sé que es hora de continuar adelante aunque el  corazón no esté preparado aun, mi amor no quiere quedarse en el pasado ni mirar al futuro solo quiere aferrarse a ti aunque sepa que debe dejarte ir…. No te quiere retener y aunque no le resulta fácil… Así es el amor y nadie le puede quitar su libertad ni su razón de ser.




Sintiéndonos 


 Acércate y mírame,
acaríciame y bésame,
anhélame y suéñame.

Quiero perderme en ti
pasear por tu  piel un mundo de ilusión,
quiero acercarte a mi
descubriendo, entregando retazos de pasión.

Respirame y suspirame,
entrégame y derramame,
desarmame y destilame.

Quiero componer la melodía de nuestras almas
vibrar en cada nota de tu corazón,
fluir sobre tu piel como agua de manantial
dejarme llevar por la fuerza de tus fueros,
simplemente transcurrir para renacer en ti
morir al amanecer perfumada de tu sentir
envuelta en las alas del amor
llena del color del vivir, amar y sentir...
Todavía hay una huella prendida esperando entre tú y yo.



(Nuevo poemario  “Entre dos continentes”  con derechos reservados por Gemma Gerez)

viernes, 8 de febrero de 2013

Encuentro






Cuando el alma languidece, mi  mañana se abre paso,
con prisas para encontrarse con la tuya.


Las rutinas y las dobleces del tiempo y el espacio
pone un muro de contención al sentirnos, amarnos,
y nos aferramos a vivirnos
sujetándonos   en cómplices  miradas y gestos,
tenues caricias y pensamientos,
dulces roces ingenuos e intensos. 


Ante nuestro sol enterramos el corazón
siendo lo que tenemos que ser,
palabras que sobran ante
nuestra proximidad  que nos deja sentirnos en incierto encuentro.


Cuando nos  gritamos en silencio 
alrededor todo enmudece
nada pasa, nada se detiene
y solo nos une el corazón
que por momentos a prisa late, 
a momentos en un suspiro se pierde.


Quédate con tu parte del  amor, antes de que la mía se pierda
así siempre me podre encontrar en ella
cada vez que mi tierra me deje,
cada vez que tu lo desees. 

Gemma Gerez Requena 














Caminando

Componiendo las notas de mi corazón me di cuenta… de que en ellas vibraba la humanidad.


Todo está inventado y si es cierto…  Yo solo reinvento lo que siento pero esta vez sintiéndolo con más intensidad, con más conciencia y  con mas sabor de lo que un día fueron y lo que hoy debe ser por deber.

El ser humano es una complejidad simple, cuando lo mueve buenos sentimientos. No importa las  historias pasadas, presentes o futuras encerradas  bajo su piel porque ellas son las que hacen maravillosas a las personas cuando estás son historias de amor, cariño o gratitud a la vida.  Con sus penas y glorias sabiéndose equivocadas  o perdidas, muchas veces.

No importan cuando se  muestran desnudas ante ti  para sin pedirte decirte que están hay ante ti para poder ser,  esperando que alguien lo deje ser sin más molde que lo que desea sacar de sus adentros para hacértelo llegar.

No tengamos miedo a reconocernos ante ella, a sentir, a confesarnos necesarios para otros  y viceversa, a decidir vivir, a agarrarnos de la mano y darnos  sin dobleces, ni más ni menos, que lo que somos aun sabiéndonos imperfectos.

El amor se abre paso en la humanidad, se empieza a percibir a ese ser humano superior  que pide a gritos salir de dentro de todos nosotros. Y saberme conocedora de que ayude a salir de algunas personas ese ser superior que interiorizaban, por miedo a ser prejuzgado simplemente, en muchas ocasiones, así como ellas me ayudaron a seguir siendo y creciendo en el camino;  no tiene precio ante la vida que se torna libre, respetuosa, herida pero cicatrizante y evolucionada. Por fin vamos derribando el muro que el capitalista poderoso  impuso al ser humano para dejarse de sentir e impedirle ser.

Se puede desaprender para evolucionar y la humanidad aun tomándose su tiempo intenta ponerse en el camino hacia ello.  

Tenemos mucho para dar y no es justo que guardemos debajo de nuestra piel aquello que compartido nos hace crecer en un fructífero nosotros. Esa injusticia es la propulsora de las demás injusticias y todos tenemos nuestra parte de culpa en ello, porque es tan culpable el que guarda por miedo como el que guarda por prejuicio propio o ajeno;  así del mismo modo que otros ejercen el poder del miedo para frenar la justicia social en pro de un interés propio y egoísta para con los demás.

Eso nos tiene sumergidos en larva de injusticias que nos quema por dentro,  haciendo mella en lo que podemos ser si derribamos aquello que nos lo impide. Es inevitable dejar a seres humanos detrás de la evolución conjunta no porque así lo deseemos sino porque así lo desean ellos. No podemos permitirle la entrada a una culpa ajena y que escapa de nuestra evolución humana.

La humanidad no debe frenarse ante los seres humanos indolentes a la humanidad.

Digamos basta con sentimiento real y avancemos. Yo te doy mi mano y yo agarro la tuya así dejaremos de sentir miedo.

Caminemos dejando atrás viejos rencores inútiles, simplemente caminemos sabiendo aquello que no debemos hacer y aquello que si debemos hacer.

Yo no siento ya miedo. ¿Y tú?...