Algunos caminos están unidos pero en diferentes dimensiones
por eso y por si volvieras, he guardado
el amor en un cajón, que retrasa mis
miedos y mis dudas. Aguardo esperanzas furtivas que espero que el tiempo no
borre difuminando el camino que alumbro lleno de amor.
El amor lo escribí en tu piel a tinta verde pensando que dejaría una huella imborrable pero el tiempo me hablo
de que la correspondencia no era segura, que escribí en tierras fangosas y que
el barro cubrió todo lo que te di y sin reproches, saliste ileso aferrándome yo
a mi dolor de saberte en tierras de nadie, solo las tuyas
conoces.
Pero con tu imprenta, amor, me dejaste los mejores versos
por escribir, los más tristes y los más tiernos a la vez.
Dejaste una tormenta de desolación en todo mí ser y en parte
de mi alma, intento recomponer lo que fui para olvidar lo que fui en ti, ya
nada queda excepto el amor que nos unió cuando la lejanía se torna fría bajo mi piel.
No quise entender que solo fue un amor de contrabando que cruzo fronteras
para abrirse paso ante nosotros, indefenso y lleno de ternura.
Sin darme cuenta ya estaba enganchada a tu piel que no querría
volver a cruzar el océano porque sabía que ahí te perdía , quien sabe hasta cuándo,
en el acervo del día a día. Sin tu presencia y sin tu compañía a estar sola, la
vida continúa pero vacía en una parte de mi corazón que aun te cobija.
Entre tú y yo, kilómetros y unas promesas incumplidas que se volaron en tanta
lejanía. Solo nos quedo el sabernos amados por los nuestros que no entienden de
nuestra tristeza que torna desolada en las noches en que ya no estaremos entre los bosques del amor y del remanso de paz, que nos hizo cruzar fronteras en alas al vuelo.
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